El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

29 octubre 2006

0

La semana tiene un nuevo día

Eso es vida!!! Sígueme dando sorpresas.
De los domingos nunca he esperado nada. De niña recuerdo que ese día siempre tenía una opresión en el pecho. Creo que era fastidio. Era el día en que no pasaba nada especial. Y luego, eran los días previos a las clases. O los días de regreso de Salvatierra a León. Después significaba que se terminaba la fiesta y era hora de ser responsables al siguiente día. Los domingos los veo como pijama y ya.

Pues es evidente que me falta por aprender mucho de esta vida. No cualquier día. Sino un domingo, justo cuando estoy en una ciudad muerta los domingos. En pijama. Reviso mi correo y encuentro un mensaje que ha cambiado por siempre mi visión de los domingos. Hago un poco de historia.

Hace 22 años, en verano, hicimos maletas para ir, como cada año a pasar dos meses en Salvatierra. Tenía nueve años. Unos días antes mis papás nos habían reunido para preguntarnos cosas raras, algo de estar todos juntos o no. No entendí bien. Esta vez no viajaríamos en avión, como cada año. Lo haríamos en coche, con mis papás. Recuerdo que desde que arrancamos, yo volteaba a ver las calles y casi en silencio cantaba las golondrinas, mientras lloraba. Algo era diferente para mí. Oficialmente, aquel viaje no tendría nada de especial. Al terminar “las vacaciones largas” regresaríamos a Guasave. Yo estaba triste porque no me había alcanzado a despedir de mi amiga Presy.

Unas semanas después supe a que se debía esa sensación de diferencia. Esta vez no volveríamos a Guasave. La vida de ahí en adelante sería fuera de allá. Además viviríamos con mis abuelitos un año en Salvatierra, mientras mis papás se establecían en León. Unos meses después mi papá fue a comprar cigarros y no volvió OK OK OK eso fue relleno mío. En realidad, fue a vender los muebles del sanatorio, pero efectivamente, solo volvió de visita. Nunca volveríamos a vivir mamá, papá, nana y niñas juntos.

Durante los primeros meses yo intercambiaba cartas con una monja de Guasave y con Presy. Me seguía doliendo tanto el no haberla abrazado por última vez. Era una niña pero ya le daba gran valor a la amistad. Además, con tantas cosas de adultos que pasaban a mi alrededor, yo la necesitaba. Con los años las cartas se fueron espaciando, hasta que dejaron de enviarse de un lado y de otro. Sin embargo, siempre recordaba su apodo y su nombre completo.

Hoy recibo un email de ella. Me había encontrado en google. La muy ingenua me pregunta si me acuerdo de ella. Me pregunta por mi familia y me manda cariño sincero. Tengo la piel chinita. Alguien tan querido, tan disfrutado viaja del pasado a mi presente. Le contesto enseguida diciéndole en donde está toda la familia. En Guanajuato, en León, en el cielo, en Barcelona, en Panamá y en Birmingham. Por extrema precaución guardo su dirección electrónica, no quiero volver a perderla. Aún tengo ganas de abrazarla. Y hoy siento que ese día se acerca.

Los domingo han cambiado, 31 años, casi 32, me tomó para dejar de ver con ojos gris, un día que tiene sol y aire como todos los demás.

27 octubre 2006

0

Cava y whisky

Ayer por la noche le pregunté a María Joaquina, lo que haríamos hoy. Me contestó “lo que hacemos todos los días Pinky”. Ante tal respuesta solo esperé que amaneciera. Nuestra única misión del día era ir a la muy mentada Champañería.

Emprendimos camino Livier, María Joaquina, Gianluca y yo. Es cierto, la champañería hay que vivirla, pero voy a hacer mi mejor esfuerzo porque la imaginación la recree. En una calle paralela a la Rambla, de hecho, una calle muy pequeña, tipo callejón de Guanajuato, ahí está un local. Puertas grandes de madera abiertas de par en par.

La estructura de todo el local se ve desde la puerta, lo cual ya indica que es de tamaño pequeño. Tiene un gran mostrador del lado derecho, casi como de tortería, como las conocemos en México.

Hay mucha gente parada, de hecho, toda la que está dentro del local la está. Esa es la idea, no sillas. El mecanismo de funcionamiento es acercarte a la barra mencionada y pedir “cava”, que es champagne pero como no es de la región oficial del champagne, pues no se le puede llamar así. Además de la cava, se piden bocadillos. Hay de pescado, pero obviamente lo fuerte está en los embutidos. El bocadillo va en un pan redondo del tipo y sabor de la telera. O sea, si es una tortería.

Ya con cava y bocadillo hay que ingeniártelas para beber, comer, platicar y disfrutar, todo, de pie y con dos manos. En eso estábamos cuando nos acabamos la primera cava, que fue rosada. La siguiente, blanca, acompañó a nuestra segunda ronda de bocadillos. Y pudimos ir por la tercera cava, pero algo extraño en el ambiente nos estaba irritando los ojos a todos los asistentes.

Teorías iban, teorías venían, al respecto. Que si la cebolla, que el humo del cigarro, que la grasa, que polvo, etc. El chiste es que ya no era chistoso estar ahí. Así que dijimos adiós, de esos de hasta muy pronto, a la Champañería. Nos fuimos a casa, y claro, caí dormida el resto de la tarde.

A eso de las 10:30 pm fui a la cocina por mi cena, una manzana, nada más. No quería saber de carbohidratos y grasa. Estábamos muy quietecitos viendo E-Ring, cuando llega un mensaje de Livier invitándonos a un museo (11:30 pm). Y, como dicen aquí, “yastá”, si es cuestión de cultura no nos pudimos negar.

Se trataba del Museo del Whisky. Un bar agradable con música agradable, un cd de The Cure y otro de reggae. Donde a 1:00 am ya te sirven lo que quieren y no lo que pides. Afortunadamente nos cayó una fiesta andaluza en la mesa de lado, que nos hizo reír mucho. Que buen ambiente se cargan los andaluces. Son como mexicanos costeños. O como leoneses o queretanos ya pedos.

Son las 3:30 am y espero que no venga nadie a levantarme de mi cama para tomar más alcohol. Por hoy ya estuvo bueno.

25 octubre 2006

1

Sabiduría de Monserrat

Impresionada, mínima y enorme. Así me sentí hoy. Empezamos la aventura corriendo (si, corriendo, no le digan a Madrazo). Cuatro cuadras a toda velocidad, para alcanzar el tren de las 11:30 am, en plaza España. Nos dejó. ¿Por qué no?. Esperamos una hora mientras, satisfechas veíamos a más gente perder su tren, jijiji. Finalmente a las 12:30 abordamos el verdadero “nuestro tren”.

Destino: Monserrat. A penas me bajo del tren, siento fresco. Levanto la mirada al monasterio y a los cerros que lo cobijan. Hay nubes atravesando los cerros o atravesadas por los cerros. No les pregunté. Para llegar al monasterio es necesario subir a un funicular. Uhh! Que cosa!. Pasar por muchos metros encima de un río y de una carretera. Voy en una ventana abierta, me asomo lo más que puedo y disfruto. Es la sensación de volar.

Arriba, es lindo. El monasterio, la capilla y la plaza, lo son. La Virgen de Montserrat, la anfitriona, le dicen “La Moreneta”. Su color oscuro se le atribuye al humos de miles de veladoras que durante años la ahumaron. Para llegar a ella, pasamos por varias capillas, y creo que por varias tumbas. Oramos y tomamos fotos. En mi oración, por cierto, llegué a una idea.

Como no supe cuál es la fortaleza de la Virgen de Montserrat, o sea, cuál es su fuerte, su chamba, a qué se dedica, etc. Decidí ofrecer mis respetos y empecé a pedir. “Te pido que fulanita tenga claro lo que quiere”, “te pido que zutanito pueda ver en su corazón y vea lo que quiere”, “te pido yo decidir lo que quiero”. UPSSS ¡Claro! Todo se trata de eso. Todos necesitamos lo mismo. ¡Saber lo que queremos! Y, actuar en consecuencia. No se preocupen, después de dicha revelación, dejé mi lista y armé un coche sardina, con todos adentro, pidiendo lo mismo. Se nos sea cumplido. Es cuestión de Fé.

Ah, y si se me fue alguien, que ya sepa que quiere exactamente, no se preocupen, la sabiduría y la iluminación divina, nunca está de más. Creo.

24 octubre 2006

0

Súper Barcelona

No me importa. Yo cuento lo que quiero. Esta es la Barcelona que vivo y es la que escribiré.

Hoy, María Joaquina y yo caminamos unas cuadras solamente. Cruzamos Gran Vía y dimos vuelta a la derecha. Cómo es la vida que una simple ida al súper puede generar tanto significado. La Joaca me platicaba que en algún momento le había dicho a su ragazzi, que una persona la llegaba a aburrir, si no mostraba tener algo que aportarle.

Y si… coincido. Le decía que algo parecido me sucede a mí. Yo lo describo como aprecio a la sabiduría y respeto por el buen humor. O viceversa, no sé. Me gusta estar cerca de gente que me implica respeto por ella, o por sus creencias, o por sus creaciones. Pero no es todo, además, sin excepción, busco la compañía con gente que ría. Que ría ella, ría de si, ría conmigo y ría de mí.

Hago una pausa y reviso la lista de contactos de mi email. Mmm, si, si, si, voy palomeando mentalmente que cada contacto tenga las dos características que digo. Todos tienen si en sabiduría y más o menos, unos más que otros, han desarrollado la capacidad de reír de sí mismos.

Creo que esa es una de las más grandiosas habilidades o sabidurías que podemos desarrollar. Reír de mi. Encontrar en las historias de cada día lo divertido. Poder ver nuestros errores, aceptarlos y reír mientras pensamos cómo remediar las consecuencias. Reír junto con quien se ríe de nosotros. Reír de que en nuestra vida siempre hay algo por el cual reír.

Oficialmente hago un reconocimiento a mi gente, por el gusto que me da su sabiduría y el respeto que me merece su capacidad de reír.

19 octubre 2006

0

Pérdidas, perdida y gracias.

Claro que los viajes ilustran. Ilustran a tomar precauciones. A Hacer paciencia. A estar preparados para imprevistos. Es una chulada esto de viajar. Hoy ¿si fue hoy? ¿No fue hace un mes? No, no, no. Si fue hoy. En la madrugada de Birmingham, fueron necesarios dos trenes para llegar al aeropuertos. Siempre, durante hora y media, presintiendo que iba a perder mi vuelo a Zurich.

Si presentí y sí se cumplió, pero no como pensaba. Ese vuelo si lo tomé, pero antes sí perdí. Me decomisaron mi crema para cerrar los poros, mi brillo de labios, dos rimel, mi polvo traslúcido, y ¿por qué no? mis gotas. Ante policías ingleses que hablan ingles de Inglaterra, ni que decir, quédense con todo y píntense los &/$%&(&$.

Primer vuelo lo tomo a tiempo, y el se toma el tiempo del mundo. El capitán, la torre de control y la neblina usan mis únicos cuarenta minutos que tengo para hacer mi conexión. Justo 40 minutos después de la hora oficial de salida, salimos. Pos ya que hago. Flojita y cooperando, pensaba. Perderé mi vuelo a Barcelona.

Me bajo del avión con la calma del mundo me dicen que debo ir por mi maleta y hacer check in. De pronto me fijo en los monitores y veo que mi vuelo estaba retrasado por diez minutos. Lo podía lograr. Rebasé transeutes viajeros, para llegar a la banda de equipaje. 2, 4, 6, 8, 10 minutos y nunca salió mi maleta. Nuevamente me resigné a perder mi vuelo, pero, no mi maleta.

Me dicen que mi maleta está lista para viajar a Barcelona, pero mi vuelo ya se fue. Sin mi. Creo. O sea, creo que debo desprenderme de él. No era mi vuelo, era ese vuelo sin mi. La compañía aérea asumió la responsabilidad y me dieron asiento para el siguiente avión con destino a Barcelona. Cinco horas después.

Ahora pensaba en cómo avisarle a Jaim, que no iba a llegar a las 2 sino a las 7pm. Entré a Messenger y no había nadie conectado. Claro, siendo las cinco de la mañana en León, solo una Zamorán puede estar conectada. Y no, ahorita León está escaso de esa calidad de elementos.

Así que mandé correos a Juan Luis, Jaim, Gianluca, Mamá, para dar aviso. Nadie respondió. O sea, en unas horas yo iba a estar perdida para Jaim.

Llevamos 3 pérdidas, mis cosas, avión, maleta y una perdida, yo. Finalmente el día fluyó y pasé cinco preciosas horas entre preciosos olores. Chocolate, chocolate y chocolate. Tomé mi avión final.

Llegué y toda pérdida valió la pena al ver a mi María Joaquina esperándome en el aeropuerto. Soy feliz por verla, por sentirla, por escucharla hablar, por estar aquí.

Gracias avión que se fue sin mi, gracias policías que me de
comisaron mi medicina, gracias maleta, gracias Dios.

Ahora veremos que tantas maravillas veo en este ciudad, de la que amenazaron, me voy a enamorar.

17 octubre 2006

0

Esclavos o dioses

Ya había yo adelantado el tema de mi actual módulo de Neurociencias. Toxicología. Tengo ya un buen rato estudiando y de pronto me arrebato una idea. Si los opiáceos, como la morfina, crean dependencia. Y cuando se descubrió una sustancia parecida a la morfina, en nuestro cuerpo, se le llamó endorfina. Esto significa que entonces ¿la endorfina genera también dependencia? Seguramente en 3 semanas que termine el módulo podré saber un poco más al respecto. Mientras tanto me quedo un poco intranquila. Hacer ejercicio, pasar un buen rato con amigos, amar, hace que generemos endorfinas. Entonces ¿esto lo hacemos por simple adicción? Somos tan esclavos de la química, que no me extrañaría.

Aunque claro, no estamos escindidos de la parte racional que nos hace elegir el ejercicio más adecuado para nosotros, elegir a nuestras amistades por intereses comunes. Pero la idea la veo venir, me atropella y regresa, y me vuelve a atropellar. Y qué pasa con la gente que no hace ejercicio, qué pasa con quien no tiene amigos, qué pasa con quien no ama. Una mascota también ayuda, disfrutar del trabajo, reír.

Ok, supongo que si hay una dependencia, pero esa dependencia no domina nuestra conducta, pues no todo mundo planea su vida para en algún momento generar endorfinas. Entonces el no conocer nuestro sistema opiáceo endógeno ¿nos hace no buscar los satisfactores necesarios? O ¿estoy cuestionando algo que viene en nuestro ADN y solo sucede?

Sin duda me atoré. Ah pero de que me desatoro, me desatoro. Daré avances.

16 octubre 2006

0

Agarrar sueño, ja!

Son las dos de la mañana. Hoy me había preparado para dormir desde las 10:00 p.m. Hice todo mi ritual. Colita de caballo elevada para poder descansar la cabeza a gusto. Me puse mi pijama térmica. Lavé mi cara. Me puse loción en ella. Me tomé mi medicina. Lavé mis dientes. Me puse crema en los pies, para luego ponerme mis calcetines de dormir. Calenté mi compresa en el horno de microondas. La puse en la cama, me acosté encima y me dispuse a leer, con la intención de rendirme ahí mismo y en algún momento, dormir.

Todo fue un éxito, me dormí pronto. El punto es vivir en residencias de estudiantes. A eso de la una de la mañana, junto a mí, es más, casi en mi cama, diecisiete chavos gritando, jugando algo así como chinche al agua. Lo primero que hice fue decir, no inventen es lunes. Porque en fin de semana ya tengo asumido el regreso de los vecinos pródigos, en ese estado. Mantuve la calma, hasta creo que sonreí, porque se oía que la pasaban bien. Pero no se iban, se quedaron aquí jugando, afuera de nuestro departamento.

Respiré profundo y ante la evidente pérdida de sueño, prendí la computadora. Leí correos, en el Chat encontré a un amigo y luego quise ponerme al tanto del mundo. Ja! Para agarrar sueño.

Rice dice que tienen muestras de aire, confirmando que Corea del Norte si hizo una prueba nuclear, no tan grande, mortal y avergonzante como lo que ellos hicieron un 9 de agosto, pero a que sí, si hubo prueba nuclear. Eso, después de que ya sancionaron a dicha nación, y ésta tomó la sanción como una declaración de guerra. No defiendo la prueba, ni la sanción. El punto es que es un conflicto de naciones que se traen ganas desde hace muchos años, y Dios, no quiera, se van a deschongar. Y luego el futuro Secretario General de la ONU, es el ministro de relaciones exteriores de Corea del Sur!!!. No, si va a estar cañón.

Eso en la página de la BBC. Demasiado para mi, digo. Me voy al a.m. de León a ver noticias buenas. Lo primero que leo es que un niño indonesio murió de gripe aviar. Terror de los últimos tiempos, por la velocidad de mutación y poco claro, medio de infección. La gripe de pollos empezó a matar seres humanos a partir de enero, estamos en octubre y toda la tecnología no ha podido frenar esto.

Too much. Me voy a sociales y lo primero que veo es la peor foto de boda. Ella, reulle a un beso que, él, presto, está a punto de darle. Con todo respeto a Lucrecia y Manuel, demanden al fotógrafo. Esa foto puede ser de mal agüero.

Ahhh y que México tiene nuevo santo. Resulta ser que el nuevo santo es tío abuelo de Marcial Maciel Degollado. Bien por la canonización, mal por el mensaje. Lo que yo digo es que México no necesita santos de 1900, con que tengamos dos o tres ojetes menos en nuestra vida pública, la haremos re bien.

En fin, me estresó ver las noticias. Aún así, me siento mejor sabiendo lo que pasa, eso de la incertidumbre me acalambra.

En cuanto a dormir, como diría mi abuelita Lucita, mejor me voy a poner a rezar.

15 octubre 2006

2

Introducción

Con pasión, es la única forma que encuentro de vivir elegantemente. La escritura es mi galería para alimentar la pasión. Trabajo en un lienzo que tiene distintos matices y colores. No sigo un plan, sigo los días. Puedo cambiar de vida mil veces, pero mil veces alimentaré mi alma. Mi intento es la victoria, desfallecer sería indigno.

14 octubre 2006

0

Secretos de fábrica

Si hay derechos de autor, debe haber más derechos para quienes escribimos. El punto es, ¿tengo derecho a guardar con recelo mis escritos? O ¿debo ser transparente para que mi gente no tema que le oculto cosas?. La respuesta es si. Si a todo. Si tengo derecho y, muy importante, tengo mis razones. Y si, si oculto cosas, como todo el mundo, solo que yo sé que las oculto y no las arrumbo en el subconsciente como muchos lo hacen (Creo!!)

Los pensamientos son ideas. Algunas pasan y llaman la atención en el momento, pero se van pronto sin dejar rastro. Otras se quedan y duran un rato dando vueltas en mi cabeza. Otras, vienen, se quedan y se transforman en creaciones. Y, aquellas que vienen, llaman mi atención, dan vueltas, aprendo algo y se materializan provocando una evolución en mí.

Casi siempre, lo que publico está en la última o penúltima categoría. De las otras dos, escribo y mucho. Pero al no tener la sustancia necesaria, para yo defender y creer en dicha idea, son etéreas. Intento escribir de ellas para facilitar el proceso de consolidarlas o desecharlas.

Por ejemplo. Un día, hace más de un año, escribí en tono altisonante y llena de indignación por algo que vi en León. Estaban vendiendo pulseras de “livestrong” a $100. Estuve a punto de atropellar a quien me la ofreció en el tope de Blvd. Campestre. ¡Esa pulsera se vende a 1 dls. y es para recaudar fondos para la investigación del cancér! Cuando llegué a mi casa, despotriqué, critiqué a la sociedad leonesa, a la costumbre de que lo “in” está en ese tope, etc. Estaba tan enojada que no lo publiqué de inmediato. Guardé el archivo y frecuentemente lo leía, y no me agradaba mucho. Hasta que un día dije, “ok, les parece nice traer esa pulsera, alguien la compro en 1dls. y la vende más cara, perfecto, que quede en sus conciencias elitistas, los fondos se están recaudando”. Y así, nunca publiqué mi escrito, ni perdí cuantiosas amistades leonesas.

Estas ideas etéreas las defiendo. Es más, defiendo todo, mis ideas, mis pensamientos, mis escritos, me pertenecen. Si publico, si comparto, todos sabemos que es circunstancial, terapéutico y divertido. Pero son dos procesos, el de creación y el de compartir. Y yo quiero seguir siendo soy quien dé el clic “publish”.

Intervenir en mi proceso sería interferir, manipular o echar a perder mis tiempos, mi manera de consolidar o desechar ideas. Me disculpo si alguien se siente ofendido porque hago público que no todo en mí es público. Sin embargo, es razón de júbilo reconocer que mis publicaciones son solo una parte de mis creaciones. Que en la línea de producción se están maquilando más ideas. Que en mi hay una agresividad que trabajo todos los días. Que no todo lo que llega a mi cabeza lo escupo. Y que si alguien quiere saber mis secretos, me los pregunte de frente. Cuando alguien lo hace pregunto ¿de verdad quieres saber?, y creánme, a veces la gente desiste a saber.

En fin. Creo, tener derecho.
0

"Bily"

Será todo un éxito mi case de inglés de los sábados. Jon mi profe es británico, vivió siete años en España. El día de hoy, iniciamos cuatro alumnos. La variedad de nacionalidades le da un toque divertido a la clase, sobre todo por la pronunciación.

Mayumi es Japonesa, de una ciudad cerca de Tokio. Sergio es de Santander, España. Lang es de Bejing, China. Ante la amenaza de que faltaré las próximas dos clases, mis compañeros dicen que me extrañarán. Les hace gracia, que me de gracia olvidar palabras.

Mi nombre es todo un tema. Jon no entendió nunca que decirme Pilar es suficiente. No!! Es feliz diciendo “María del Pilar”. Por economía de tiempos y movimientos, simplemente, podría hacerlo. Pero no. Mayumi, me encantó, porque dijo que quiere aprender inglés para tener amigos aquí. Pasé diez minutos con ella y su pareja, tratando de que dijeran “Pily”.

Estoy segura de algo. En japonés no hay una palabra que incluya la “p” y la “i” seguidas y que se pronuncien “pi”. Pudieron decir “parthy”, pero el “pi” nunca les salió. Me di por vencida y le di permiso a Mayumi de que me siguiera diciendo “Bily”. Eso sí, le puse de plazo hasta diciembre, para dejar de ser “Bily”. Creo que es tiempo suficiente para que aprenda, y sobre todo, para que yo aguante que me diga “Bily”.

13 octubre 2006

0

¿Quién dice "la vida sigue"?

Yo lo dije cuando murió mi papá. No recuerdo haberlo dicho alguna otra vez. ¿Por qué otra razón alguien puede decirlo? Supongo que cuando muere un amigo, una pareja, un hijo. Pero siempre imagino la frase en un contexto de duelo. En donde, la separación parece insoportable, inaceptable, y lo único que podemos decir para poner de un trancazo los pies sobre la tierra, es decir “mi vida sigue, aunque la otra vida ya no”.

Pues hoy, he escuchado esta frase. Fue dirigida a mí. Con la intención de que la haga mía. ¿Quién carajos murió? ¿De qué me perdí?. Trataré de hacer una descripción del contexto. La noche del miércoles, salimos a una reunión de mexicanos. Como todo destino, aquí, hay que caminar un rato. El regreso, cerca de las 11:00 p.m. fue con un airecito frío calador. Y, aunque iba bien protegida, ese día en la noche, mi espalda reclamó.

Pasé el siguiente día en casa, calientita, eventualmente con compresa caliente. Aún así, el día de hoy, programado para llevar a cabo todos mis registros en Bham, amanecí seriamente dañada. Un nivel muy cercano al 9. Entonces, decidí no salir. No salgo, no salgo y no salgo!.

Con cuidados y reposo, ahora, en la noche, sé que no aumento el dolor. Y eso es suficiente para aplaudir mi decisión de guardarme. A esta hora es cuando escucho, “sí, tienes dolor, pero la vida sigue”.

Entonces pienso,
¿La aseveración era para mí o para alguien más?
¿Acaso puedo enterrar mi dolor y seguir la vida?
¿Por dolor me entierro?
¿Muero por no salir al exterior?
¿La vida verdadera está fuera de éstas cuatro paredes?
¿Entre menos dolor tenga, tendré más vida?

Me es difícil responder. Desde hace algún tiempo mido mi vida en relación a mi vida misma y no por la de los demás. Más vida o menos vida. No sé. Ésta es mi vida. Me ha dolido aceptarla, quererla y defenderla, pero creo que me he adaptado bien. Sanamente.
Es una pena que alguien me vea con un letrero “en reparación, lamentamos las molestias que esto le ocasiona”. Creo que sería más fácil que olvidaran lo que era y amen lo que soy.

12 octubre 2006

0

Hoy por ser día de mi santo

Hoy fue, es y siempre será, el día de mi santo. Sé que mucha gente no acostumbra festejarlo. En mi familia, lo festejamos tanto como un cumpleaños. En mis recuerdos de los 12 de octubre no puede faltar el pastel de chocolate (el mejor) que mi mamá me regalaba. La felicitación de mis hermanas. El chocolate Carlos V que mi nana siempre me da ese día. La llamada, sin falta de mi tía.

En mi día, que fue la madrugada de mucha de mi familia. Estuve estudiando. Estoy clavadísima en mi materia de Toxicodependencias. No crean que es leer sobre la voluntad y daños psicológicos y sociales de uso y abuso de sustancias. NO!!! Se trata de estudiar las bases biológicas, o sea qué pasa en las células, en la sinapsis cuando se usa una sustancia. Y luego, que psicofarmacología aplicar como tratamiento. Bueno, pero esa es otra historia. Estaba en mi santo.

Ya en mi nochecita, empecé a recibir llamadas de León, de Panamá. Tarjetas de Guanajuato. Email´s de Barcelona. Regalos en vivo. Pienso que fue una bendición que a pocos días de estar aquí, sea mi santo. Porque recibí amor, amor y amor intenso. Gracias de corazón, un corazón rojo latiente.

Por otro lado, confirmo. Del 19 de octubre al 3 de noviembre estaré fuera de Birmingham. La base será Barcelona. No prometo estar siempre ahí. No hay plan, solo ver y disfrutar a la Jodin. Pero seguro a la pata de perro de mi hermana, algo se le ocurrirá.

Mientras tanto, el próximo sábado, inicio mis clases de inglés. Mañana me doy de alta en el centro deportivo y en la institución de salud de la Universidad. O sea, ya seré un ente con registro.

Duermo un poco mejor, a mejores horas. Tal vez me estoy adaptando. Que así siga.

10 octubre 2006

0

Como estoy en Birmingham

Respirar aquí me recuerda a mis mañanas de campamento. Olor a bosque, olor a humedad, olor a libertad. El frío es como el de una mañana en la sierra, pero aquí permanece todo el día. Por la noche aumenta un poco. Alrededor del departamento donde vivimos, hay muchos, muchos árboles. Mucho césped. Y, un lago. No es de cuento? camino menos de 50 metros y hay un lago. Ahí viven patos y cisnes que, me dicen, son de la Reyna. Reales o no, dan magia al lago.

Para llegar al centro de la universidad hay que caminar unos 8 minutos. En el camino puedes toparte con estudiantes, estudiantes o, con estudiantes. Escuchas en ellos el inglés británico (el cual siempre me ha parecido lindo, elegante), el italiano, el árabe y con un poco de suerte, el español de España.

La escuela de idiomas está cerca de donde vivo. La alberca a la que iré a nadar también esta muy cerca. Justo para caminar e ir calentando. Aún no he ido a inscribirme en nada. En realidad, creo que, al escribir esto, es mi primer periodo completamente consciente. Ya conozco los lugares, pero aún soy un ente sin registro en nada.

El departamento es lindo. Los muebles son los necesarios. Hay dos escritorios, así que cada uno tiene su espacio para estudiar o estar. La cocina esta equipada y es nueva. Tiene buen espacio, mejor que el de mi último departamento de Mx. El baño es amplio con una cabina de regadera padrísima. El agua cae deliciosa.

Aún no encuentro lo delicioso de comer aquí. Y sé que soy de buen diente. Y disfruto mucho comer. Tal vez es cuestión de acostumbrarme. He notado que la comida aquí es condimentada. Y yo odio el condimento. Compré un aderezo “italian” y sabe a pimienta molida, que horror. Cuando me acostumbre a los sabores, aviso.

Estoy en una sensación permanente de descubrir. Y cada cosa, persona, lugar me parece que tiene un mensaje oculto que debo encontrar. Podría llamarle ilusión o expectativa. El punto es que estoy flojita y cooperando con la situación.

En resumen, mis sentidos dan el veredicto. La vista esta extasiada. El olfato está disfrutando del olor que más me gusta en la vida. El tacto está descubriendo. El oído está disfrutando mucho el acento británico. El gusto, sufre, pero, conociéndome, pronto gozará. Mi sexto sentido, me dice que es una bendición estar aquí.

0

En la variedad está el gusto

No soy la autora, pero levanto la mano, de acuerdo con todo.

Hay quienes dicen que hacerlo parado fortalece la columna,
boca abajo estimula la circulación ,
boca arriba es más placentero,
con almohadas, mucho mejor...

Hacerlo sólo, es rico y nutre el alma ,
en grupo, didáctico y divertido,
en el baño muy digestivo,
y en el carro, difícil y peligroso... Hacerlo con frecuencia desarrolla técnica e imaginación,
entre dos , enriquece el entendim ento,
de rodillas resulta cansado y doloroso,
estimulante en la mesa, en el escritorio,
en autobus o en el avión....

antes de comer o de sobremesa,
sobre la cama o en la hamaca,
desnudos o vestidos,
sobre el césped o el tapete,
con música o en silencio,
entre sábanas o en el vil colchón ....

Hacerlo, siempre es un acto de amor.
No importa ndo la edad, raza,
credo, sexo ni posición ....



¡Leer, es un placer!

07 octubre 2006

0

El viaje

Dije muchos adioses, uno me conmovió especialmente. Me desarme para, en pocos segundos, volverme a armar.

Dormí poco, pero suficiente. Mi abuelito estaba “al pendiente” desde las 3:30 AM. Con el, la despedida fue muy difícil. Ambos sabemos de la fragilidad de la vida. Ambos sabemos de Dios. Ambos deseamos volvernos a ver. Me dijo que ahora me iba a querer más por estar lejos. Como puede ser eso verdad?

Todo pasa muy rápido y de pronto me doy cuenta que estoy en medio de la pista de aterrizaje. Ahí, sola, es cuando realmente empieza mi viaje. No hay azafatas, ni piloto, no hay mas pasajeros. Yo, con mis pies, a dos kilómetros por hora, avanzo. No estoy segura de a donde, pero avanzo. Madrugada, en medio de aviones y nada, empieza el después.

En Houston soy “puchada” por Sara, abuela y amante de su trabajo. Es muy agradable ver que cuando nos cruzamos con alguien con cara de “what”, ella se ofrece a dar orientación.

En mi desayuno, el panorama me pareció desierto. Un desierto de asfalto. Lo disfruto, el desierto me parece libertad, apertura, descansar de estímulos visuales para entregarte a otros, intensamente.

Me permito esto, y encuentro que hay emoción, valentía y alegría. Me siento cuasi perfecta. Perfecta por todo lo que soy, porque se que dejo cuentas claras, amistades largar, y por lo que conoceré. Cuasi, porque, aunque tuve asistencia, lo poco que cargue mi back pack ha hecho mella en mi espalda. Duele, duele mucho. Donde esta la pausa? Si quiero seguir pero denme un break. “Gotitas para el dolor”.

Tengo la idea de que mi vuelo sale a las 12:40 PM. Aun así, me dirijo a la sala, con tiempo. Son las 11:45 AM. Esta vacía. Elijo el lugar más cómodo, con mejor vista. Acomodo mi maleta y saco mi boleto y pasaporte. Checo la sala y, si, estoy en la sala correcta, C14. Hora de vuelo: 12:00 PM!!! Diablos!!! Ya me dejo!!! Pero, deberia haber al menos un avion afuera y no hay!!!.

Se acerca alguien con cara de continental. Acudo a ella y me dice que ya es tarde. Asiento. Tal vez el vuelo cambio de sala, añade. Corriendo vamos a las pantallas y, si, cambio, es en la sala E4. Mi cuerpo reacciona, se me acelera el corazón, las piernas no me responden y, lo que es más evidente, me gana la risa. Creo que, después de 7 segundos, mi asesora de continental, se relajo y sonrió. Tal vez concluyo que ante mi inevitable perdida, lo mejor era reír.

Le agradezco y veo venir detrás de ella, el carrito de asistencia a pasajeros de la tercera edad y de personas con discapacidad. Suben!! Soy el único pasajero, tal vez, logre llegar a tiempo. Mi asesora, al verme subir al carrito, le dice a la chofera que cambiaron de sala mi vuelo, el cual va a partir en menos de 10 minutos. Esta, acelera, prometiendo no prometer. Llego “safe”, tras de mi se cierra la puerta asesina.

Mi compañero de asiento es un señor muy amable y dormilón. Tras sambutirnos una hamburguesita nos entregamos con pasión a Morfeo. Fue un viaje agradable. Al menos, eso parece ahora.

Se anuncia la llegada a New York. Cinturón, respaldo, persignada y sonrisa, arrancan. Voy en el lugar número 10 C. Por lo tanto, en cuanto se estaciona el avión, me preparo para abandonarlo pronto. Bajo mis maletas de los compartimientos superiores. Sonrío a los pasajeros de alrededor, esperando avanzar. Parece que alguno de ellos, tiene problemas con su maleta, porque la fila no avanza. Sonrío a los pasajeros de alrededor, esperando avanzar. O tal vez, no se ha acabado de instalar el túnel. Sonrío a los pasajeros de alrededor, esperando avanzar. Ya no es sonrisa de cordialidad, es de nervio.

Algunos de los pasajeros, ya nos habíamos quitado la chamarra. Desde hacia mas de 15 minutos, cuando estábamos por abandonar el avión, la tripulación había quitado el aire acondicionado. Bendito Dios, que el avión no esta lleno de appistas, sino, ya hubieran quemado formas de inmigración en protesta. Afortunadamente no es así, miro alrededor y, no, Bendito Dios. Sonrío, ahora si, nuevamente de cordialidad.

De pronto se escucha al capitán “Sers guí jav a problem guit tde sistem on tde plein dor”, o algo así entendí. Hay sonrisas, y uno que otro chingao (los míos para empezar). Algunos decidimos sentarnos ante la espera.

Estamos en Estados Unidos, seguramente hay un procedimiento a seguir para rescatar a pasajeros encerrados en un avión que tiene un sistema defectuoso. Diablos!!! Menos mal que es ese sistema, y no el de los frenos o el de los motores. Voy entrando en decepción. Parece que no hay tal procedimiento.

A los cinco minutos (cuan largo se siente el tiempo cuando estas encerrado), prenden el aire. Nomás porque no hay un “comienza aplausos”, no hay ovación. Tuvieron que pasar otros 20 minutos, para que viera que a la fila avanzar, y por lo tanto, que ironía, me sienta yo libre, justo en la tierra de la libertad.

Reviso mi reloj, mi trasbordo, dejó de estar en una hora, veinte, para estar ahora en 30 minutos para llegar a tiempo a mi sala. De ahí en adelante, y habiendo alcanzado mi siguiente avión, sin novedades.

05 octubre 2006

0

Partir

Partir... de eso se trata.

Partir sin dolor de un lugar, aunque sea incongruente pues la debilidad del hombre son los apegos.

Ir a partir plaza a Birmingham, esperando que las estrellas me cobijen como lo hacen por acá.

Evitar que me llegue a partir la madre.

Partir apartir de lo partido, partiendo del hecho de que hay mucho que partir aún.