Hace diez días que no escribo. Hace diez días que viví tanto que escribir. Diez días de caminar. Diez días de conocer. Diez días compartidos. Diez días de amor. Diez días de fotografías. Tengo tan reciente la partida de María Joaquina que me es difícil empezar por el día uno.
El día diez, hoy, no fue muy diferente a los otros nueve. Autobus, ciudad nueva, caminar, comer algo extraño. Sin embargo, hoy caí en cuenta que pronto mis cuatro mujeres favoritas estarán juntas. Ahora, con la pequeña quinta mujer. Y yo, estaré lejos, me perderé de esos momentos. Hay días como navidad y año nuevo, que me es difícil estar tranquila, lejos de ellas. Si, así es la vida. Lo sé, y a pesar del conocimiento, el dolor permanece.
Pareciera que me agarró la tristeza. Y sí, tal vez. Es que estuve tan contenta estos diez días, que, como buena pecadora, no quiero que se acaben. Y sucedió que, al buscar en el calendario la próxima vez que las veré, me caí en el bache del 24 de diciembre.
Lejos de esa idea, tengo intenciones, planes y lugares de esta ciudad que ahora me son familiares. Además, aprendí a ir al centro en bus, y a regresar a salvo en el. Aquel impulso que esperaba para tener más movimiento en la vida, creo que llegó.
Aún tengo pendiente escribir sobre Londres, sobre el resto de los nueve días, y sobre el impacto que aún tengo porque el Vale murió. Mientras tanto, espero noticias de la APPO y la represión que sufrió. De la APPO y su provocación. De la toma de posesión. De los nombramientos del gabinete de seguridad. Del clima en el centro de mi país.
Me detengo y tengo una duda. Si yo pasé tanto en diez días, qué paso en esos días en el resto de las vidas?. Si un alma se apiada, me lo contará.
El día diez, hoy, no fue muy diferente a los otros nueve. Autobus, ciudad nueva, caminar, comer algo extraño. Sin embargo, hoy caí en cuenta que pronto mis cuatro mujeres favoritas estarán juntas. Ahora, con la pequeña quinta mujer. Y yo, estaré lejos, me perderé de esos momentos. Hay días como navidad y año nuevo, que me es difícil estar tranquila, lejos de ellas. Si, así es la vida. Lo sé, y a pesar del conocimiento, el dolor permanece.
Pareciera que me agarró la tristeza. Y sí, tal vez. Es que estuve tan contenta estos diez días, que, como buena pecadora, no quiero que se acaben. Y sucedió que, al buscar en el calendario la próxima vez que las veré, me caí en el bache del 24 de diciembre.
Lejos de esa idea, tengo intenciones, planes y lugares de esta ciudad que ahora me son familiares. Además, aprendí a ir al centro en bus, y a regresar a salvo en el. Aquel impulso que esperaba para tener más movimiento en la vida, creo que llegó.
Aún tengo pendiente escribir sobre Londres, sobre el resto de los nueve días, y sobre el impacto que aún tengo porque el Vale murió. Mientras tanto, espero noticias de la APPO y la represión que sufrió. De la APPO y su provocación. De la toma de posesión. De los nombramientos del gabinete de seguridad. Del clima en el centro de mi país.
Me detengo y tengo una duda. Si yo pasé tanto en diez días, qué paso en esos días en el resto de las vidas?. Si un alma se apiada, me lo contará.
Entradas
No hay comentarios.:
Publicar un comentario