No pos ya pasaron muchos días desde el día que no fui niña bonita. No presumo de ser la más el día de hoy, pero si muestro un gran cambio. Sonrío, bromeo, molesto, sueño y estoy bien y pienso en que todo irá bien. Toda yo, piel por piel, esta radiante. Tras cinco días en las playas del pacífico, con apapacho emocional, gastronómico y corporal, estoy en el relax total. No se bien si son las endorfinas, el calor o un milagro, pero el dolor va y viene. Y que venga, ya es ganancia, porque significa que en algún momento se va. Se esconde, se disminuye o se va a dar la vuelta. Es maravilloso tomar vacaciones, ¡hasta del dolor se descansa!. Entonces seguiré de por vida de vacaciones. Me valen las responsabilidades, al diablo con los horarios, problema que se presente, problema que se vaya a la basura. Nada de pensar una y otra vez las cosas, que se resbalen!!! La vida es mejor cantando, pero mucho mejor lo es, tener manos de mantequilla, orejas huecas y neuronas despistadas. Sea así.
Hace 1 día.