No lo había contado, pero tengo una pata de palo, jajaja. No es cierto, lo que no había contado, es que desde hace ocho días, decreté que los domingos serían de música mexicana. Encontré en Internet un canal, que toda mi mañana y medio día, pasan a Lola Beltrán, Tito Guízar, Antonio Aguilar, Vicente Fernández y muchos que no conozco.
Ahorita por ejemplo estoy escuchando “yo tenía mi cascabel” ¡eh, que tal! No, no, si más mexicana no puedo estar, nomás me falta la falda de china poblana.
Bueno, pues hoy es doblemente mexicano el día. Lucas organizó una comida mexicana con sus compañeros de la UL. Parece que vienen 6. Los esperamos a las 5:00 pm, y son las 2:50. Y ya va muy avanzada la cocina, el menú ahí les va:
Arroz a la mexicana
Enchiladas de tinga
Arroz con leche y galletas tipo María con cajeta
Agua de Jamaica
El arroz ya estuvo, y me quedó de rechupete, y que conste en acta que es la primera vez que lo hago así. La tinga me quedó delichus, igual, nunca la había preparado. La jamaica la herví tempra, así que palomita también. Y el arroz con leche, dice Lucas que quedó de concurso. El díce, porque yo no me atrevo a probarlo, la leche no me simpatiza mucho.
Ya solo me falta la salsa para las enchiladas, pero me senté un poco a descansar. Mis manos empiezan a adquirir voluntad propia, así que mejor me aplaco un rato. Acabo de escribir este post y me doy una hidroterapia calientita.
Los invitados son de varia nacionalidad, así que le tiro a que al menos uno acepte una cosa de la ofrecida. Ellos son: irlandeses, nigeriana y tailandeses. Que la Virgencita de Guadalupe me ayude y a ellos su pancita no les reclame.
De hecho yo quería hacer mole, pero Lucas no me dejó. Que nó, que si se enferman. ¡Que le pasa! Si mi mole es a prueba de chinos y japoneses, y lo amaban. Pero bueno, empecemos con algo light y luego ya les caigo con el rigor del mole.
Ahí les cuento luego…Mientras, cuéntame, las pecas de la espalda, jajaja, no cuéntame si ¿fuiste a salvar un libro?
Me voy al ritmo de “y tener que aguantarme si rechazar mi orgullo, porque aunque tu no quieras, yo sigo siendo tuyo” Ay, ay, ay como duele cuando duele, y cuando no, pos no, pero aún así se siente sabroso cantar estas canciones. ¿Edá?