El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

22 septiembre 2008

2

Amanecí otra vez entre tus brazos - Reloaded

Exactamente hace tres años escribí el post original: amanecí otra vez entre tus brazos. Lo leo y lo siento tan actual, que lo vuelvo a compartir. Solo habrá que cambiar la vida en común, de 3 por 6 años. Seis años juntos ¡henos aquí!
Pero no lloraba de alegría, no quería despertar contigo. Has sido mi compañero durante 3 años y todo indica que "hasta que la muerte nos separe" se cumplirá con nosotros.
El consejo es aprender a vivir contigo y yo me pregunto como se aprende a vivir con algo que limita, incomoda y, sobre todo, que no pedí.Yo no te acepté llegaste y robaste mis sueños, mis interéses, mi presente y mi futuro.
Sé que no es tu intención invadir mi vida, pero entiendo que así es tu esencia, llegar y quedarte, si es necesario.
Ya olvidé lo que es estar sin tí, has estado conmigo en los momentos difíciles, en fiestas y sepelios; siempre, pase lo que pase, siempre estás ahí, en mí para indicarme cuándo debo cambiar o descansar.
No me asusta vivir eternamente contigo, lo que me asusta es la incertidumbre, la falta de respuestas, el saber que dije adiós a sueños a interéses, y que aún no logro definir bien quien soy y quien seré contigo a mi lado.
Me alienta saber que aún falta experimentar con ciencias del oriente para eliminarte o al menos reducir tu influencia en mi. Debe haber alguna fórmula para independizar mi estado de ánimo, mis planes diarios, mis planes a mediano plazo, para que sean inmunes a ti.
Casi siempre encuentro respuestas y sé que respecto a ti, las encontraré, no importa cuanto tiempo pase. La búsqueda ya me da alivio. Aprender a vivir contigo o alejarte por siempre, es algo que me mantendrá ocupada, no dedicaré más energías a preguntar por qué, en pago a qué y para que; pensar en eso no me reditúa.
Pues bien, te digo bienvenido, aunque mi deseo es despedirte. Quédate y disfruta, que ya aprenderé a convivir contigo, serás un guardián, más que un intruso.
Solo te pido algo, cambiemos tu nombre, porque el solo hecho de escucharlo me remonta a la tristeza y me hace sentir desprotegida; por favor, solo para mí, en consideración de que te acepto, a partir de hoy déjate de llamarte dolor.

¡Já! Era yo una insensata. Creía que cambiando el nombre, el efecto disminuiría. Pues no, con el tiempo aprendí a llamarle por su nombre, y éste se volvió tan biografía mía, porque lo que soy hoy, es tan por el dolor, como por mi nacionalidad.
Tan así me marca y tan así lo acepto. Sea pues que amanezcamos algunos días más juntos. Un día, todo esto, tu y yo, seremos historia.

2 comentarios:

  1. Creo que te rebautizaremos como María del Pilar Dolores, el buen humor es lo que nos rescata siempre, NUNCA lo dejes!!!!!
    Te quiero
    Ridis

    ResponderBorrar
  2. Me late, aunque claro, lo mío, lo mío!!! son los diminutivos, así q si te sientes cómoda, llamame Lola.

    ResponderBorrar