Si, es cierto, lo que sucedió ayer fue como algo irreal. Lo que hoy viven al menos catorce familias es doloroso, extraño pero real. La noticia llenó portadas de los medios nacionales mexicanos y ocupó espacio en los internacionales.
Lo que escribo aquí no es la noticia, sino las condolencias. Mi amigo, Microturbian en ambiente bloguero, aquel que me sugirió y ayudó a abrir mi primer blog, ha sido oídos y consejos para mi. Ahora sufre y nosotros con el.
Amigo, ya sabes donde está ella, ahora está en la presencia de Dios. Te quiero y me mantendré aquí en línea, cerca de ti, para lo que los amigos sirven. No se acaban mis oraciones, siguen por ella, por tí y por el resto de tu familia. Un beso y un sincero abrazo.
Dios danos paz para entender las tragedias
danos visión para sentir que hay vida después de la muerte
soportanos mientras vivimos ésto,
porque solos creemos que no podemos.
Amén
En el avionazo hubo víctimas civiles, entre ellas, gente que salía de sus trabajos, que estaba en la calle caminando o esperando que alguien viniera por ella. Eso hacía la mamá de Microturbian.