El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

26 febrero 2009

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Llamando a mis cariños


Ring, ring, ring


- ¡Bueno!

- Hola amiga, soy Pucca


- ¿Qué onda amiga? ¿como va el menú?


- Justo para eso te hablo ¡no sabes!


- Me asustas ¿que te pasa?


- Nada, yo estoy bien, pero pasé un susto enorme, ahí te va la historia:


Para adelantar lo de la cena de hoy, puse a cocer el pollo, cuatro pechugas y una pierna en una cazuelita. Me sentía sumamente cansada, así que me fui a la cama y me cubrí de tres compresas calientes. Calculo que me dormí una hora. Me despertó, no el olor, sino para mover una compresa que creí que no me dejaba respirar bien.

La moví de mi cara, pero seguía esa sensación. Medio abrí los ojos y veía nublado. Es normal, me dije, siempre me cuesta enfocar cuando despierto. Me acordé del pollo y pensé que sería bueno ir a supervisarlo. Mientras me incorporaba, buscaba mis zapatos y caminaba hacia afuera de la recámara, fui descubriendo que algo extraño pasaba.

El pasillo estaba lleno de humo y al caminar distinguía un olor, no rico, no de caldo de pollo. Mi imaginación no tuvo que trabajar mucho porque llegué a la estufa. Todo era negro, cazuela, estufa y pollo.

- No sabes lo que me asusté. Por el pollo, por mí, por la cena.

- La cena es lo de menos, amiga.


- Lo sé, pero me angustié mucho. Antes de hablarle a Lucas, abrí todas las ventanas del departamento, encendí el extractor a todo lo que da y abaniqué por todos lados. ¿Sabes?


- Dime.


- Me asusté. Perfectamente se que no se debe poner en la estufa nada si sales o te vas a dormir. No lo hago, pero hoy tengo la presión de la cena.


- ¡Amiga! haces mal, la cena es lo de menos, nos ponemos de acuerdo y cada quien lleva algo. Tu relájate y descansa.


- ¿De verdad podemos hacer eso?


- ¡Claro!


- Mil gracias amiga, porque ahora me siento más cansada con esto del susto. Soy una contractura con patas.


- Date un baño calientito, ponte tu pijama y cerca de las cinco de la tarde te pones linda y nos abres la puerta.


- Gracias amiga, sabía que entenderían. Nos vemos al rato. Te quiero.


Esta fue una conversación que no tuve y que quisiera tener en este momento. En lugar de eso, debo dejar de escribir y ponerme creativa para ver que se rescata del pollo y cocinar para la cena de hoy. Otra sería la historia si los invitados fueran cuates míos. Ni hablar, a todo ritmo hay que bailar en esta vida.

Nota: a estas alturas el departamento huele menos feo y está menos lleno de humo. La gran duda es por qué no se activó la alarma de incendios, que si se activa cuando ponemos el tostador de pan fuera del extractor. O de más miedo sería que si se activó, pero de plano no lo escuché.

2 comentarios:

  1. Si se hubiera activado no habria parado hasta que lo desactivaras. Me temo que fallo. Espero que te solucionases para la cena, sino dame un toque, guapa y te llevo algo, que siempre entre unos y otros se echa un cable... Ya me contaras que tal la hiciste.

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