Jueves por la mañana, primera de once semanas y yo quiero y necesito unas largas vacaciones. Lunes estuve con tres personas que ya habían tomado un curso de español, fue cansado porque cada uno tenía nivel distinto. Ayer tuve una sesión uno a uno con un chavo irlandés que sabía solo decir hola y fue muy gratificante despedirlo con muchas más bases. Eso fue por las tardes.
Por las mañanas, a horas que no estoy acostumbrada a que extraños vean mi mirada, lunes y miércoles fui a contar en inglés que soy una persona más bien nocturna, fui a dar el dato de primera mano sobre la influenza N1H1 y me reí como loca con mi compañera coreana que desea irse de vacaciones sin su esposo, es muy simpática.
Lo que sería una semana intensa de actividad y de que el aprendizaje fuera y viniera de una a otra nacionalidad, va como una semana extraña, muy cansada pero también como una irreal. Justo cuando encuentro paz por una actividad los alrededores se complican, se enrarecen, se arman y se rompen. ¡Necesito un break!
Necesito paz, silencio y tal vez hasta sueño. Se reciben palabras de compañía, sin preguntas. Se aceptan oraciones. Mientras yo aquí sigo viendo sobre puesta, esta vida mía que se ve como cucaracha recién pisada. Esperemos que encuentre un buen veterinario para que ayude a que no quede muy imposibilitada después del accidente.
Leí que los baches son parte del camino... va con eso me quedo, mientras no se rompa la suspensión de mi salud mental con un santo hoyote.
Por las mañanas, a horas que no estoy acostumbrada a que extraños vean mi mirada, lunes y miércoles fui a contar en inglés que soy una persona más bien nocturna, fui a dar el dato de primera mano sobre la influenza N1H1 y me reí como loca con mi compañera coreana que desea irse de vacaciones sin su esposo, es muy simpática.
Lo que sería una semana intensa de actividad y de que el aprendizaje fuera y viniera de una a otra nacionalidad, va como una semana extraña, muy cansada pero también como una irreal. Justo cuando encuentro paz por una actividad los alrededores se complican, se enrarecen, se arman y se rompen. ¡Necesito un break!
Necesito paz, silencio y tal vez hasta sueño. Se reciben palabras de compañía, sin preguntas. Se aceptan oraciones. Mientras yo aquí sigo viendo sobre puesta, esta vida mía que se ve como cucaracha recién pisada. Esperemos que encuentre un buen veterinario para que ayude a que no quede muy imposibilitada después del accidente.
Leí que los baches son parte del camino... va con eso me quedo, mientras no se rompa la suspensión de mi salud mental con un santo hoyote.
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