El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

15 diciembre 2010

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Paellagate

La paella no volverá a ser la misma, no en mi paladar. Desde ese día, no volví a comerla. No por rechazo, solamente ha sucedido así.

El platillo es lo de menos, lo importante fue lo que sucedió el día que serví paella en mi casa. Fue hace casi dos años. La había traido a Limerick de un viaje a Barcelona. La compré en el aeropuerto, de esas que venden en paellera, listas para calentar y servirse.

La había guardado para una ocasión especial, y aquel día parecía serlo. Las cosas no estaban nada bien. Y ahora puedo definir que eso significaba actitudes y acciones distintas, fuera de lo común, y además, por más inexplicables.

Realmente quería tener un nuevo comienzo en tierra irlandesa, deseaba instalarme ahí y a la larga adaptarme con todo lo que soy a una vida linda y sana en esas latitudes. Deseaba echar al Shannon, el regular comienzo y las épocas difíciles.

Pero fue el día en que comprendí que no había manera de comprender y mucho menos, de hacer algo respecto a la situación. Ese día me pesó la evidencia. Fue el día en que perdí la Fe.

Y aunque el final se dió tiempo después, yo sé que el día de la paella perdí por completo la confianza y, con ella, la entrega que tenía a ese matrimonio.

Un 15 de diciembre comenzó y empezó con muerte cerebral en el Paellagate.

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